
Después de 974 días detenido en la cárcel de Chonchocoro, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, regresó a la plaza 24 de Septiembre, donde miles de personas lo recibieron pasadas las 23:15. Desde allí, brindó un discurso de alrededor de 15 minutos en el que habló de su encarcelamiento, del rol del MAS y de los desafíos que afrontará en esta nueva etapa.
“Ha sido un recibimiento muy hermoso y le agradezco de todo corazón”, fueron sus primeras palabras a la multitud que lo esperaba en el centro cruceño.
Camacho aseguró que desde este sábado retomará sus labores al frente de la Gobernación, con la mirada puesta en tres prioridades, entre ellas la crisis del sistema de salud. También adelantó que el lunes posesionará a un nuevo gabinete y anunció que visitará la Chiquitania para atender la problemática de los incendios: “Voy a estar con mi gente y haré todo lo necesario para que no vuelva a pasar lo del año pasado”.
El gobernador planteó que se inicia una “nueva etapa” para Santa Cruz y para Bolivia, con la meta de reconstruir el país desde el oriente.
En su mensaje político, recordó los hechos de 2019 y las recientes elecciones del 17 de agosto, que según él marcaron el inicio y la consolidación de la debacle del MAS. Sin embargo, lanzó una advertencia:
“Nos tiene que llevar a unirnos porque si nosotros fallamos el masismo puede resucitar y eso no podemos permitirlo”, sostuvo.